Tradición Palentina solidaria.
Villamuriel y Paredes recuperaron su matanza del cerdo y su concurso de ollas ferroviarias, respectivamente.
Los festejos de Carnaval continuaron por toda la provincia en forma de desfiles, actividades infantiles y reuniones musicales, pero sin duda destacaron las celebraciones cargadas de tradición llevadas a cabo en Villamuriel y Paredes de Nava.
El municipio cerrateño recuperó su matanza del cerdo, organizada por la AVV Casco Viejo, llevando a cabo el tradicional rito del chamuscado y el destazado del cerdo acompañado de reparto de pastas y mistela a los asistentes. Todo ello amenizado por la asociación El Cabás y el grupo de danzas Aldaba, seguido del posterior sorteo del cerdo y la degustación de jijas y chichurro en la plaza de la iglesia.
Además se llevaron a cabo los actos de la Cofradía de las Ánimas, una tradición que cuenta con siglos de historia en la localidad. Los cofrades desfilaron por las calles del municipio, acompañados de tamboras, banderines, aposentador, sargento, alférez abanderado y los guardias con uniformes del siglo XIX, para ir a buscar al capitán. Ya en la plaza del Ayuntamiento fueron recibidos por las autoridades y se realizó el revoloteo de la bandera para a continuación asistir en la iglesia de Santa María la Mayor a la misa con su particular ritual.
En Tierra de Campos, Paredes de Nava celebró su V Concurso de ollas ferroviarias, con 86 participantes y más de 800 raciones a repartir entre vecinos y curiosos que se acercaron al municipio para vivir de cerca el regreso de este evento.
La peña santanderina Las Cachavas obtuvo el primer premio dotado con 200 euros gracias a su receta de costilla con patatas. El segundo fue para Milagros Ayuela, de Mazariegos, y el tercero para Tasina Antón, de San Cebrián de Campos. Por su parte, el galardón local fue a parar a manos de María Jesús Rodríguez. Cabe recordar que el Ayuntamiento destinará todo lo recaudado a través de los tickets de degustación a los refugiados ucranianos.